La obra se construye sobre el dramático hecho del desamor en la pareja, cuyos efectos son cada vez más visibles al afectar a un creciente número de personas. En el abanico de temas que explora se encuentran la evolución histórica de la familia europea, que es la que nos organiza en América del Sur, sobre todo en las ciudades. Luego, se ocupa de los conceptos de apego y vínculo y, asimismo, de la noción de «historia compartida», que tiene un peso de enorme importancia en las relaciones conyugales. Un particular interés tiene su aguda revisión de la propuesta de Anthony Giddens sobre el «sexo plástico», a la que opone la idea —más allá de la promiscuidad— de una sexualidad fluida y flexible que puede ser vivida deportivamente, y no de la manera deshumanizada que él describe.