En los aforismos de Oráculo manual y arte de prudencia (1647), Gracián reflexiona sobre la verdadera naturaleza del éxito.Este es el eje central de El criticón (tres partes, que aparecieron en 1651, 1653 y 1657), novela alegórica que gira en torno a las peripecias de los dos protagonistas: Andrenio, el buen salvaje que vive en estado natural, y Critilo, el individuo sagaz, prudente y razonable. Gracián y Quevedo son las figuras más relevantes del conceptismo. Las definiciones de Gracián al respecto afirman que el escritor debe mezclar lo complejo y lo breve con precisión aforística.Gracián pretendió establecer asociaciones conceptuales a través del contraste de dos términos en una misma imagen. Creía que estas relaciones entre signos son semejantes a las que se dan entre las cosas reales.