¡ Me desperté muy temprano !
La pequeña Ana se despereza bajo las sábanas, se frota los ojos y sin prisas se sienta en la cama.
Todo está oscuro a su alrededor. ¡ Todavía no es de día !
Ana se levanta sin ningún miedo. Todo el mundo parece dormir a pierna suelta. Tan sólo Chiro, su gato,
está en pie. Ambos explorarán, en silencio, un mundo nuevo donde el tiempo parece haberse detenido.
No hay nadie que les pueda decir nada. Nada de nada.