Demolición es un libro objeto que puede englobarse dentro del amplio espectro de la poesía visual, pero postula algunas diferencias y proyecciones. Puesto que, en sus trazos negros, rojos y amarillos, que se combinan con palabras que salen en la página cortadas, borradas, difuminadas, mutiladas, sin secuencia lógica, no arman discurso, sino que son fragmentos, astillas, dispersiones, vaivenes. Esos trazos son instantes, microsegundos, pero también son cósmicos, totalizadores. Si los trazos nos recuerdan algo del expresionismo abstracto, en algunas de sus páginas está la emergencia de símbolos fálicos, de manchas o fluidos sanguíneos, de los amarillos y negros formando figuras ovoides o de algunas trazas negras tipo tótems, que nos remiten a una interacción entre cuerpos que se van transformando.