Yván Yauri, obsesionado por aportar y concretar hallazgos para rejuvenecer el siempre difícil arte de la poesía, nos envuelve suave y deliciosamente con su a la vez leve y poderoso VIENTO DE FUEGO. nos transmite no un conjunto de poemas reunidos en el tiempo, sino un poemario que se parece a la corriente continua, a una especie de palpitar arrítmico del corazón sin descanso previo. Nos entrega un discurso poético sobrio y rítmico en su interior, suspendido en una oralidad que pretende comunicarnos su arrebato palabra por palabra. Yván es un activista político y cultural. No deja en paz a la reacción ni al sistema. Yo digo que Yván ha traspasado la línea del simple y curtido militante y ocupa las mayores alturas de la poesía nacional.
LEONCIO BUENO